27/9/11

El criminal fanatismo en las "barras bravas"

He notado grupos religiosos a los que podría criticar fuertemente por su desviación doctrinal, (quienes conocen mis páginas apologéticas pueden dar fe de ello), pero hay algo en ellos que no podemos menospreciar: Actúan juntos, esparcen su doctrina con esfuerzo... Y hay grupos desequilibrados o desadaptados que, aunque usted no lo creía, enarbolan una tontería como motor de sus vidas y están dispuestos a hacer cualquier cosa por ello. Puede ser un movimiento nazi. Absurdo pero enormemente destructivo. Puede ser también una ideología marxista-leninista-maoista, como aquél que tanto sufrimiento causó en este hermoso país. Puede ser el fundamentalismo islámico. O puede ser un grupo tan simple y pequeño como una "barra brava". Y no vemos su peligrosidad hasta que no sucede algo como lo que ha sucedido ayer. Un joven inocente muere con la violencia de esa necedad, supuestamente afincada en el deporte, (utopía la de algunos que piensan que "el deporte" per se atraerá a los jóvenes a lo bueno).
Si no hay esencia, si no hay certezas, es poco lo que el deporte, las campañas sobre valores, las campañas de prevención y de seguridad harán. ¿Qué son los valores sin Jesús? ¿Qué son las asociaciones y los consejos sin absolutos? Lo que este mundo necesita está en la Palabra de Dios, en la presencia bendita y poderosa que se manifiesta y se mueve en la Iglesia de Jesucristo el Señor. Es por esta razón que no dejaré de instarle, reconvenirle, llamarle a integrarse a ella.
Hay mucho, mucho por hacer. En este mundo no todo es bonito y bueno. Jesús dijo por eso: Ustedes son la sal del mundo, (quienes le dan sabor, quienes lo preservan), y también: ustedes son la luz del mundo. Cuando Martin Luther King dijo: hay un mal muy grande en este mundo, que los buenos no hacen nada, dijo algo muy serio. A veces pensamos que el mundo estará bien sin que hagamos nada. Un poco de diversión, un poco de placer, un poco de indiferencia... y todo irá bien. Pero eso es mentira. Usted y yo no podemos estar indiferentes. Este mundo se pudre sin la iglesia. Este mundo se deshace sin ella. Las tinieblas y el mismo hades dominarán si usted y yo, como miembros vivos de la iglesia, no nos ponemos en pie.
Mientras nos condolemos por la partida de alguna valiosa vida, como la del joven Walter Oyarce, tomemos decisiones francas, resoluciones, para servir al Señor CON sus batallones, CON su ejército, porque las puertas del hades NO prevalecerán, (Mt.16:18).