16/10/10

Treinta y tres evidencian que Dios es Bueno


Mientras orábamos por los 33 hombres apresados bajo la montaña, con la confianza de que ellos no podían haber sobrevivido para luego fenecer allí, el esfuerzo de muchísima gente involucrada y de buena voluntad continuaba intensamente. El final ha llegado con regocijo. ¡AleluYah!
Treinta y tres. Como para que recordemos que a esa edad murió en una cruz Aquél que descendió del cielo, como quien desciende a las profundidades del abismo, para rescatarnos.
Pero, ¿qué mantuvo a los mineros con expectativa y fortaleza? Más de dos meses a 700 metros bajo tierra, podía quebrantar el ánimo de cualquiera. ¿Y qué hacía la gente, los familiares y todo el mundo que estaba afuera, esperando un desenlace felíz?
La fe en Dios: eso los mantuvo sanos y salvos durante los setenta días que permanecieron en las entrañas de la tierra. ¿Hubo alguien que no pidiése a Dios entre amigos y familiares? ¿No pensó usted en Dios aún estando lejos de esos hombres?
Muchos en el mundo han pensado un poco más en el sentido de la vida. Han reflexionado en lo importante de vivir bien por lo frágil que puede ser. Pero sobre todo, creo que muchos hemos podido comprobar, una vez más, que Dios es Bueno.

*En la foto, el hermano José Henriquez, (foto de Reuters en el Diario de Navarra)

9/10/10

Entre bios y zoe (o por qué el mundo necesita de la Iglesia)

En cierta emisora centroamericana, la persona entrevistada hacía una observación interesante: que en Cuba, a la gente se le distraía con la búsqueda de comida. Es decir, que la situación era tal, que el tiempo de la gente estaba dedicado a las colas y diversos trámites solo relacionados con la comida.
Puede no ser la comida.. (o Fidel). Puede que alguna otra tiranía o necesidad ocupe nuestro tiempo y esfuerzo. Quizá usted se encuentre del otro lado. El de aquellos que solo viven para vigilar el estado de sus cuentas, de la bolsa, o sencillamente los programas de television, lo fashion de la temporada y cualquier otra cosa que se pueda disfrutar.
En los dos casos, el problema medular es que vamos perdiendo sentido... y vivimos por vivir, o nos olvidamos de vivir. La justicia, la libertad, la verdad, se van convirtiendo en lujos o quimeras a las que más vale no atender porque lo importante y urgente es sobrevivir. Pero esa es la vida animal. Una vida casi vegetal. Es solo bios. El hombre necesita más que eso. Es llamado a lo eterno, ha sido creado para vivir. Y eso ya no es un sueño. Está a nuestro alcance por Aquél que dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia."