1/6/15

La alienación como "el yo auténtico"

Hace poco, una asesora* del presidente Barack Obama y una representante** del GLAAD dijeron que Bruce Jenner,  conocido ahora como Caitlyn tras una operación que le cambió el sexo, vivía su "yo auténtico".
Esa subjetiva expresión quiere decir que internamente, en su mente, (o como religiosamente expresan algunos: su alma), es femenina, aunque tiene cuerpo de varón.
Para sintetizar la razón gay, éste es su punto más importante. Luego, lo exponen o defienden como un derecho.
Pero note usted: ¡es cuando menos una alienación si no un serio desequilibrio sicológico!  Y pensar que en base a esa mente desubicada se producen matrimonios, adopción de  niños, debates y divisiones sociales, cambios políticos y hasta persecución a los "homofóbicos" (que uno ya no puede opinar diferente so pena de ser tachado con este adjetivo y en algunos lugares aún perseguido por ello).
Cualquier desarreglo emocional o problema de identidad, procuramos solucionarlo con la ayuda de los sicólogos, pero en este caso, todos parecen haberse rendido ante los "derechos" gays. La ONU, gobiernos y algunas organizaciones civiles han salido en defensa de esta forma de alienación antes de por lo menos discutir un poco más al respecto.
Pero, ¿cómo es posible que una forma de desequilibrio de la personalidad pueda ser no sólo vista como normal, sino que se la defienda a tal punto que se la imponga con tiranía? El cuerpo  determina nuestro género. Por lo menos nuestros cromosomas. Luego nuestra anatomía y fisiología. Y si se trata del alma o la mente, sencillamente no tiene sexo, no tiene género. Eso lo asumimos en base a nuestro cuerpo. Asumimos nuestra identidad como asumimos nuestra familia, nuestra patria o nacionalidad. Lo demás, es alienación que nada tiene de auténtica.
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*  Valerie Jarrett
**Sarah Kate Ellis