Desde lo sucedido en Ilave, se ha visto crecer el amotinamiento y la rebelión en el país, con menosprecio del principio de autoridad. Y esto no es cosa casual. Desde una sencilla conversación en la calle se puede notar que el orden está siendo subvertido desde la mente y el corazón de mucha gente. Los famosos pero débiles valores poco están haciendo en esas personas. ¿Qué debemos hacer?
Es importantísimo que la autoridad se respete. Comenzando por el hogar, luego en los colegios, en las demás instituciones públicas, privadas, y en las calles.
La corrupción existente es pretexto para que algunos piensen que por lo tanto no se debe respetar ni acatar a la autoridad. Pero las sagradas Escrituras afirman:
Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. Romanos 13:1.Esto se da en el contexto de un imperio nada humanitario ni moral. Roma, como sabemos, era cruel e inmoral. Y a eso atribuyen muchos su caída. No obstante, a los cristianos se nos insta a respetar a las autoridades aún en medio de ese contexto. No por ellas mismas, sino porque el orden de autoridad, su principio, provienen de Dios, quien asimismo ordenó el universo.
En ese mismo capítulo, el versículo dos dice:
De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos.Así, la actitud que los rebeldes muestran no solo es contra la autoridad humana, sino contra Dios mismo. Y por eso, el juicio y la autoridad van acompañadas del uso del arma y de la fuerza, que solo tienen justificación en ese principio:
Porque los magistrados no están para infundir temor al que hace el bien, sino al malo. ¿Quieres, pues, no temer la autoridad? Haz lo bueno, y tendrás alabanza de ella; porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si haces lo malo, teme; porque no en vano lleva la espada, pues es servidor de Dios, vengador para castigar al que hace lo malo. Romanos 13:3-4.Por lo tanto, mientras las autoridades deben velar porque los ciudadanos tengan una mejor condición o un mejor nivel de vida, los ciudadanos deben respetarles. Y aunque todos (o la mayoría) tenemos satisfacción en gobiernos democráticos, jamás debe entenderse debilidad como sinónimo de democracia. Planear bien, ordenar, implantar la ley con equidad, va de la mano con la autoridad y la firmeza.
Hace algunos años, se maltrataba a los alumnos con la famosa regla de "la letra con sangre entra". Pero hoy parece que hemos ido hacia el polo opuesto también en los colegios. Obra de modernos psicólogos y educadores. Como un ilustre miembro del poder judicial afirmó*, tendemos por ir hacia los polos.
Debemos ubicarnos correctamente. Luego, educar, apoyar a las iglesias y sus valores, y castigar efectivamente al que hace lo malo. El Perú será una gran nación, más que por su pasado, por lo que nosotros podemos hacer desde ahora gracias al Dios verdadero.
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*El Señor Ibazeta, haciendo auto crítica al Estado peruano.
