31/3/08

Ora por tu gobierno

Quizá debo comenzar por afirmar que enseño esto desde hace más de 20 años. Esto porque alguien podría suponer que soy "alanista".
El gobierno de cada uno de los países en los que vivimos los cristianos necesita de mucha sabiduría para ser eficaz. No podemos dejarlos a sus suerte. En el caso peruano, en esta coyuntura, no podemos dejar de orar por Alan García, pero juntamente con él, por todos los que están en puestos de autoridad y responsabilidad.
En los años anteriores, y so pretexto de ser muy críticos, muy preocupados por la sociedad, el pueblo, los pobres, etc., y en especial cuando cierto tipo de teología hizo tanto daño promoviendo rebeldía contra los gobiernos, (sobre todo si estos no eran de corte socialista), la Iglesia del Señor descuidó esta área tan importante de su intercesión.
Quiero recordarte que tú eres responsable del destino de tu país. Entre otras cosas, por esta labor que asumes como cristiano: orar por las autoridades:
Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad.
1Ti.2:1-2.

Hoy separaré un tiempo para orar por cada uno, especialmente el Presidente de la República. Te invito a hacerlo también. Dios te bendiga.

26/3/08

Rabí

"Maestra vida" dirían algunos. Y resaltarán el valor de las experiencias vividas. También abundan los científicos. Los que van al ritmo de los últimos descubrimientos o de la moda que imponga la ultima verdad ensayada o la ultima versión digital. Otros mirarán a cualquier personaje influyente, incluidos los artistas y sus expresiones. Autores, escritores, políticos, ideólogos, recordados profesores, cantantes, modelos... o simplemente mamá y papá. ¿Y tú a quién tienes como maestro y guía?


Lo que es cierto es que hay un Maestro. Y como en otros asuntos, él asumirá un lugar exclusivo:
  • Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Mt.23:8 (y 10).
Y no es que en el pueblo elegido no hayan maestros, (Hch.13:1; 1Co.12:28-29; Ef.4:11), pero lo que aquí se establece es que, cada uno de estos maestros, sigue al Maestro de maestros, y ninguno hace discípulos para sí, sino para el Rabí Yeshua. Esos son verdaderos maestros.

Bendiciones.

20/3/08

La mejor fiesta

El "Pesaj", o como decimos en nuestro español, la Pascua, es la mejor fiesta de la cultura cristiana. Muy de cerca está la navidad. Y están íntimamente relacionadas porque, mientras una enfatiza en la encarnación, la otra lo hace en el propósito de esa encarnación: la muerte y resurrección del Hijo del Hombre, aquél Unigénito del Padre que estuvo dispuesto a morir por ti y por mí.
¿Pero por qué celebrar si fue un sacrificio? Pues por lo que obtuvo. Abrió la puerta de los cielos. Tomó nuestra vida, la limpió, la consagró, la bendijo para siempre... y ¡todo gratis para nosotros! Es que él lo pagó todo. Su bendita sangre pagó nuestra deuda. Compró nuestras almas,... digo, lo hizo para ti también pero no sé si tú estás en esta fiesta... ¿lo estás?
Quizá te extrañe la pregunta que acabo de hacerte, pero es que la Pascua requiere de identificación. Te explico: ¿Recuerdas que Dios quería sacar a Israel de Egipto y el faraón se puso terco? pues como castigo y ultima plaga, Dios decidió terminar con los primogénitos. Pero a su pueblo le dijo que para librar a sus hijos, sacrifiquen un cordero y con su sangre unten en los marcos de las casas, (es decir, en vertical y horizontal). Esa sangre era la señal para salvar a los primogénitos de Israel. Y cuando fueron salvados, Dios ordenó que ese día fuese celebrado, llamándole Pascua. Curiosa y coincidentemente, es en los días de esa fiesta, siglos después, que Jesucristo fue crucificado. Ahora, si has captado el tema, te pregunto: ¿está esa sangre marcando la puerta de tu vida?
Pero hay más. Los judíos tenían que comer el cordero. Por lo cual yo te pregunto: ¿Está su palabra en ti? ("Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él." Juan 14:23).
Es mi deseo que tú también celebres, "porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros." 1Corintios 5:7.

3/3/08

Y no habrás vivido en vano

¿Será esta la ultima generación? Como decía un predicador, "la guerra no va a terminar con los problemas del hombre sino con el hombre de los problemas". Y junto a esa amenaza, hay muchas otras cosas que forman la crisis de este tiempo... Hace algunos años, por ejemplo, una hermana americana escribía "Cuando el dinero falla". La caída del dolar nos lo recuerda. Ella predecía la manifestación del anticristo con las implicaciones económicas consiguientes. Pero, no obstante las predicciones desagradables o el azote "realista" de algunas noticias y las posibilidades sociopolíticas que ellas van configurando, no puedo dejar de pensar en la hermosa resolución de Habacuc. La de Lutero se le parece: "si el Señor viene mañana, hoy sembraré un árbol".
Si observamos el mañana con cierta incertidumbre respecto a lo que los demás harán, sintiendo pena porque algunos irresponsables -o peores- tengan poder político o de otro tipo, (así comprendemos mejor que la Biblia afirme que el juicio a los poderosos será más severo), ello no puede detenernos. Hay algo que no podemos dejar de hacer... o más bien de SER:

Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad.
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.
Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos.
Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros.