26/5/18

María, la portadora de Dios

Resultado de imagen para prototokos"Prototokos" o portadora de Dios, es el título que se le dio a María en el Concilio de Éfeso, (desde donde se afirma que es "madre de Dios"). Pero la naturaleza de María es humana. La de Cristo es divina y humana. Como Dios, el Verbo es Eterno. No inició en el vientre de María. ¿Qué inició en ella? Su cuerpo. María es "madre" de Jesús en este sentido.
El alma, o el espíritu de Cristo, es eterno. Su persona es eterna. Él no ha iniciado su existencia en su humanidad sino en su divinidad. Y afirmar que una criatura puede ser su madre, incluyendo la divinidad del Mesías, es blasfemo. Dios no tiene principio. Y si se humilló haciéndose humano, eso no nos da permiso a humillarlo más y mentir afirmando que procede de una mujer. Si procede de ella como hombre, es decir, encarnado, eso es diferente.
Cuando el Señor vuelve a su gloria, no dejando su humanidad pero sí culminando el tiempo de maternidad de María respecto a él, dice de Juan: he ahí a tu hijo. Juan ocupará en la vida de María el lugar de hijo que Jesús dejó, (Jn. 19:26-27).
Cuando la Biblia afirma que Jesucristo hombre es el único mediador entre Dios y los hombres, (1Ti. 2:5), está diciendo que precisamente en su naturaleza de hombre, como humano, ejerce esta función, y no como Dios. Es el más indicado pues posee la doble naturaleza.
Si bien las madres nuestras nos han originado, notemos que estamos hablando especialmente del cuerpo. Nuestro espíritu se origina en Dios. ¿Cuánto más respecto al Hijo de Dios? Y si es el Hijo del hombre, lo es respecto a que se hizo carne y habitó entre nosotros, pero no como quien origina en nuestra humanidad, sino como quien la asume desde determinado momento, habiéndolo ya planeado en la eternidad.
Como sabemos, jamás las Escrituras dieron a María algún lugar especial mayor al de los demás santos, profetas o apóstoles. Eso es asunto posterior y que debemos evaluar desde/y sujetar precisamente, a las mismas Escrituras en las que se nos revela la verdad.

13/4/18

Trump, los bombardeos a Siria y la perspectiva socialista

El 2013, Al Assad asesinó a 1,400 civiles, incluidos niños. Barack Obama no hizo nada y la gente que acostumbra hablar mal de los USA tampoco. Después de un año volvió a hacerlo. Felizmente Trump sí actuó. Y no hubieron soldados rusos ni americanos fallecidos. Todo ok.
Hace un año, las tropas sirias atacaron Jan Sheijun, y mueren 86 personas, (decenas de niños entre ellas). ¿Algún socialista o antiamericano dijo algo? No.
Esta vez, atacaron Duma, último bastión rebelde. Pero curiosamente, ni los rusos, (aliados de Siria), ni los musulmanes de la Media Luna Roja, (obvios favorecedores de Al Assad), encontraron rastros de armas químicas. No obstante, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) informó de decenas de casos de sofocación y la Red Siria de Derechos Humanos así como el Centro de Documentación de Violaciones denuncian un posible ataque con cloro. Entonces, ¡¿toda esa población murió de repente sin causa alguna?! ¿O tienen razón estas organizaciones al contrario de la versión rusa y siria? 
Al Assad actúa peor que un nazi, pero Rusia lo protege. Y cuando los EEUU actúa, se le tilda como el malo de la película. ¿Qué le pasa a la gente? ¿Ha avanzado tanto la mirada socialista del mundo que ahora admitimos todo el enfoque socialista incluyendo la ideología de género y las acciones de Al Assad y la protección de Putin?
Esto resulta increíble. Como cuando lees las palabras de un congresista en tierras peruanas donde este pide el indulto del genocida terrorista Abimael Guzman, después de que a muchos de sus cómplices los han excarcelado e "indemnizado", como si alguna deuda tuviese el Peru con ellos, gracias a los socialistas del CIDH, y casi nadie parece haberse enterado. No hay marchas, no hay una aparente y masiva indignación.
No es buena la guerra. Pero, ¿Debe EEUU quedarse de brazos cruzados? ¿Debe hacerlo ante Assad? ¿Debe hacerlo ante Nicolás Maduro, por ejemplo? 
No hay un sólo culpable en esta guerra, por decir lo menos. No seamos cándidos aparentando estar muy enterados cuando estiramos el índice contra Trump. 

23/3/18

Perú: Designated Survivor

La serie de Netflix se puede aplicar en cierto modo al contexto peruano en el sentido en que le llega la presidencia a Martín Vizcarra sorpresivamente. No se lo esperaba.
 Pero si bien en la serie las condiciones inician por una grave crisis surgida por la explosión de una bomba terrorista,  en nuestro caso se trata de una «bomba corruptora».
Conviene que un moqueguano asuma la presidencia. Puede tener una visión menos centralista y darle valor a las provincias. Lo que está por verse es si su corta estadía en Canadá habrá influenciado en él de modo que continúe con la implantación de la ideología de género. Esperemos que más bien le haya causado estupor y asco, porque Canadá es el paraíso de los lgtbi...
Vizcarra tiene en sus manos una gran responsabilidad. El Perú vive momentos de gran expectativa. Si el nuevo presidente va en pos de lo que PPK ha estado haciendo emulando a Villarán, es decir, sólo preocupándose por implantar la ideología lgtbita, será una catástrofe. Pero si corrige y enmienda, contando con un gabinete técnico, serio, honesto y multipartidario, la cosas irán bien para el Perú.
Olvidemos Chinchero. Las cosas recién inician en relación a está nueva asunción al poder. Mientras tanto, oremos por él. Quizá resulte un presidente mejor que los corruptos que lo antecedieron. 

11/2/18

La guerra mundial Z... cristianos vs los zombies de la corrupción global

No me gustan los zombies. No me gusta nada que tenga que ver con esos personajes. Primero porque son ficticios, segundo porque me parecen de los más estúpidos y tercero porque ¡representan maldad! Curiosamente, la trama de la película Guerra Mundial Z, proyecta de una manera muy precisa lo que está sucediendo ahora en nuestras sociedades, y todo orquestado desde las organizaciones que, se suponía, iban a defendernos.
Las decisiones de la ONU y la CIDH han marcado un tiempo como nunca antes se ha vivido. Las organizaciones que se supone salvaguardarían la paz y los derechos humanos, ahora están tan corrompidas, que sólo promueven injusticias, intolerancia, desigualdad y opresión.
La "paz" es ahora una forma distorsionada y grotesca de unidad en la que no importan las vidas ni los crímenes, el arrepentimiento ni la restitución, mientras podamos los vivos estar "tranquilos" y "sin violencias". Es decir, pretenden que todos seamos como los alemanes que para vivir tranquilos, tenían que apoyar y apañar el régimen nazi, mientras este destruía con maldad muchísimas vidas. Los ciudadanos se convertían en cómplices del sistema porque no comprendían lo que en realidad sucedía, o porque no deseaban saberlo.
Hoy, los zombies procuran contagiarnos, matan millones de seres  humanos en los vientres de las madres, destruyen el cuerpo de muchos convenciéndoles de un cambio de sexo a causa de un género mental, destruyen su mente alienándola de su cuerpo y de la naturaleza, premian terroristas, es decir asesinos, criminales, con dinero y reconocimiento, con participación política y defensa de su integridad, dejando en el camino gente herida, sufriente, a cuyo luto nadie pone remedio y a cuyo dolor no hay sanidad, porque se ha trastocado la justicia. Se han invertido los valores y se hace de modo que pretende someterse a todo el que discrepe, disienta o proteste. Corrupción y tiranía globalizadas. Los derechos ya no son humanos, derechos de todos, sino sólo el "derecho" de algunos sobre todos los demás. La vida inmoral, impía, inicua, violenta, encuentra ahora perdón sin arrepentimiento, recompensa como cuando se hace un bien.
Ya se veía hace algunos años que la ONU, y después la CIDH, preparaban una agresiva campaña en favor de los lgtbi... a favor del aborto, y a favor de los criminales terroristas. Pero ha sido increíble ver la acogida que tuvo en muchos tecnócratas y políticos, sin el más mínimo remordimiento, sino cual heraldos y héroes, casi mártires, toda esa estrategia que los ha llevado a rasgarse las vestiduras cuando han encontrado oposición a su sacralísima postura. Ideología que, por tener precisamente ese matiz, se está convirtiendo en un estilo de vida, una religión, una carrera profesional, distorsionándolo todo a su paso, y causando una pandemia mental, psiquiátrica, con un virus de demencia ideológica.
La sal de la tierra, y todo el que aún no ha sido contaminado con esta extraña y funesta enfermedad, estamos aún a tiempo de erradicarla. Pero el cerco se va cerrando a medida que este imperio no reciente y anticristiano se va expandiendo. Esta gran bestia caerá. Mientras tanto, debemos resistir hasta el final. El Señor viene.