17/7/17

Hay hermanos, mucho que hacer...

¿Cómo podría alegrarnos el dolor ajeno? Aún cuando fuese merecido, no es lo que deseamos. Se trate de un ex Presidente o de un  delincuente, el castigo no es motivo de alegría. SEa el anterior, sea el actual. Y si la acción punitiva es necesaria, lo es precisamente porque se procura que haya justicia que enderece y sea didáctica para los demás. No es venganza.
Hay mucho que enderezar en nuestro país... en el mundo. Y mucho de eso reside en el corazón de la gente. Como cuando uno se pregunta cómo es posible que alguien, sabiendo que hay jóvenes encerrados en un contenedor sin salida alguna se quede impávido, sin avisar a los bomberos, sin socorrerlos con celeridad...  
¿Qué hay en el corazón de alguien que daña a los niños con crímenes tan horrendos como la violencia sexual y la ideología de género, tan dañinas y destructivas? ¿Cómo es posible que alguien suponga estar agradando al Creador del universo asesinando con bombas o cuchillos a su prójimo? 
¿Cómo nos llenamos de violencia y de enemistad deseando que todo un pueblo desaparezca dejándonos llevar de propaganda que ni siquiera hemos corroborado? 
Y quienes debieran buscar salidas efectivas están velando por sus intereses... más preocupados seguramente por su equipo político y las metas de su grupo, que por lo que en verdad se necesita. 
Esos líderes sociales que más parecen mafiosos engañan a las comunidades aparentando desear su bienestar, mientras los pobres son engañados. 
Cada uno busca lo suyo... y los que procuran ser solidarios y hacer lo bueno saben que no por eso serán premiados... Pareciera que hacer el bien es disponerse al sacrificio. Y es que hacer el bien no es fácil, no es bien pagado, no es valorado, no es comprendido y es casi siempre perseguido. 
De no ser por la perspectiva de eternidad que el Señor nos ha dado, seríamos infelices. Pero la tenemos. Tenemos sus promesas. Hay mucho que hacer y no podemos escondernos o cruzarnos de brazos. Y aún si no logramos lo anhelado en este mundo, muchos niños hay que deben entrar en nuestra tierra. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario