16/3/09

Nuevos cielos, nueva tierra


¿Han considerado el sistema solar? ¿Y lo que significa dentro de una galaxia? ¿Han considerado la inmensidad del espacio? Pero eso no es el cielo que esperamos. Y no importa cuánto se esfuerce el hombre por alcanzar las estrellas, recorrer el espacio necesita más que algunos avances cientificos contemporáneos. Pero esa búsqueda tiene un llamado. Un llamado que algunos no desean oír y que otros pretenden esquivar con "viajes estelares".
El Espíritu viaja más rápido que la luz. Las distancias son acortadas facilmente por el Omnipotente. Tenemos morada en un lugar maravilloso. Y cuando miramos a los cielos, podemos estar seguros que volverá, victorioso, desde el otro cielo, Aquél a quien esperamos, y ante quien la tierra tiembla ansiando su metamorfosis, porque el cielo estará entonces en la tierra, y nuestra alegría plena será cumplida.
Oí una gran voz que procedía del trono diciendo: "He aquí el tabernáculo de Dios está con los hombres, y él habitará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos. No habrá más muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas ya pasaron.
Apocalipsis 21:3-4.

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