23/3/15

Los colegios y la Escuela dominical

Inician las clases. En Lima hay una tremenda gama de colegios en donde pueden estudiar. Están los colegios nacionales donde los profesores y porteros suelen tratar a los padres y alumnos como tiranos, donde en algunos casos hay una guerra entre padres y directores, y donde nadie tiene interés alguno en que el alumno pase de año aprendiendo.  Y también están los colegios particulares, a donde los padres se las arreglan de alguna manera para enviar a sus hijos, procurando mejor educación que el promedio general. 
La exigencia académica fue al principio la bandera de los particulares. Las altas notas y primeros lugares logrados por sus alumnos en las universidades son siempre usados en la publicidad de estos colegios. Pero con algunos sucesos desagradables, han ido notando que no solo se trata del aspecto académico. También han de enseñarse valores y principios. Y ahora que felizmente se procura con más ahínco también en los nacionales mejorar el nivel académico, todos deben notar que en este asunto de los valores y la ética a veces somos tan "pachochines" que volvemos a la moda retro de "la letra con sangre entra", o algo semejante, porque no sabemos administrar instrucción y disciplina. 
He visto colegios ridículos al respecto. La chica no entra al cole porque no tiene puesto el moñito en su vincha, o citan a los padres porque el alumno tenía stickers en su cuaderno, (casos pequeños e intrascendentes pero reales por si acaso). Algunos todavía piensan que así se hace patria. Así se "inculca" un buen comportamiento. Pero, otra vez, sólo se están enseñando costumbres. Acciones casi de tipo militar pero que no calan en el corazón. 
Sin duda, hay costumbres y comportamientos que debemos asimilar. Son buenos. Pero nuestra enseñanza moral y ética, no puede tener un modelo didáctico que se quede en la rigidez de ciertas costumbres. Y otra vez, la Iglesia tiene mucho que dar. Las Escuelas dominicales, donde inclusive enseñan personas que pueden no haber tenido toda una formación profesional, son más efectivas a este respecto. ¿Por qué? Por varias razones. Por ejemplo, las maestras no enseñan por obligación. Aman a sus alumnos. Aman a su Señor que las salvó. Quieren bendecir de verdad a los pequeños y se preocupan seriamente por ellos. Eso, hace que su enseñanza sea más práctica que teórica. Más efectiva, más eficiente. 

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