2/3/17

Genocidio de niños desde la ONU: El nuevo holocausto

Todos, o la mayoría, quedamos estupefactos, pasmados, horrorizados cada vez que visualizamos fotografías o videos del holocausto judío a mano de los nazis. Sentimos lo mismo con la guerra en Siria y sus efectos terribles en los civiles, especialmente pequeños. Es muy triste saber que hay sufrimiento a causa de la violencia, las guerras, el crimen. Pero algo que está destrozando la vida de las nuevas generaciones sin estallidos ni apuñalamientos, sin bombas ni balas, es la ideología de género. 
Se destruyen vidas en masa, todo un genocidio, y se defiende e impone como si de un derecho se tratase. Así de grave es. Un nuevo holocausto pero esta vez de niños inocentes. Niños a los que se les hace creer que no son lo que son. Que su sexualidad puede ser diferente, porque seguramente ellos lo son. 
Algo que nunca antes en la historia de la humanidad se ha dado, se hace ahora a vista y paciencia de sus padres, engañados ellos por el Estado y los que han decidido imponer esa doctrina, o asumiendo en su estilo de vida, generalmente homosexual, que está bien. 
No dejamos que los niños decidan por si mismos muchas cosas. Por algo son niños. No tienen capacidad aún para decidir ciertos asuntos. Pero a los inicuos que enarbolan esa doctrina, les ha parecido que sí pueden decidir por su identidad sexual o de género. Y eso, al punto de someterlos a una operación que les cambia el sexo. ¡Cómo si lo necesitasen a esa edad! Y así tenemos niños trans... con "sexo reasignado".
Esta abominable doctrina, tiene sus defensores y propulsores nada menos que desde organizaciones que deberían defenderlos: La UNESCO y la UNICEF. El estilo de vida homosexual, con su ideología levantada en alto desde la ONU, no ha encontrado mejor brazo que estos organismos abominables también, para realizar su obra execrable y ruín en extremo. 
La verdad, pocas palabras pueden encontrarse que califiquen el nivel de maldad que se comete hoy contra los pequeños: Inducirlos a ser homosexuales ya es bastante daño. Pero no se conforman, llegando al punto de someterlos al cambio de sexo. 
Algo debemos hacer, que no se ha de detener este 04 de marzo. Y cada uno de los que está liderando esta causa, debiera proseguir sin detenerse, uniéndose con organizaciones de los demás países de modo que se logre un movimiento mundial en defensa de los niños y las generaciones futuras contra esta matanza, contra esta destrucción masiva de las mentes y los cuerpos. 
Debemos detener este genocidio, este nuevo holocausto. Así sea.

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