Ya dije que los manipuladores y productores del virus vendieron vacunas que SABÍAN QUE NO AYUDARÍAN, QUE NO SERVIRÍAN. Además que prohibieron y censuraron la hidroxicloroquina y la ivermectina. Pero cuanto más sabemos respecto a ellas, más claro nos queda que FUERON HECHAS PARA DAÑAR. Y con esto, resulta ya sin lugar a dudas la intención de reducción y control de la población. Es decir, no hay otra razón aparente por la que se querría llevar a cabo un genocidio global. Y sea la "calentología" o cualquier otra razón "benefactora" la que esté detrás de este crimen de lesa humanidad, nadie puede tomar el lugar de Dios para decidir sobre la vida y la existencia de ni uno solo de los hombres.
Pero, además de ello, se ha podido notar en diversos países, especialmente con GOBIERNOS DE TINTE DICTATORIAL, el aprovechamiento de esta imposición globalista para imponer sus propios intereses, COMO ES EL CASO PERUANO y el de países hermanos, donde no sólo se margina a los no vacunados sino también a los que no tienen dosis "suficientes", LO CUAL YA RAYA CON LA LOCURA, porque tal como este y otros informes indican, las vacunas no sirven. Las vacunas dañan. Pero aún si fuesen beneficiosas, ¡LAS VARIANTES YA SOBREPASARON A LAS VACUNAS! No hay vacuna que sea para el ómicron. Además, tal como señaló el doctor Manolo Fernández, ¡esta variante es mejor que ser vacunado!
Le comparto el informe resumido y comentado por César Vidal y María Jesús Alfaya, respecto a una eminencia invitada al Congreso español, el profesor D. Joan Ramón Laporte Roselló, que destruye toda la estructura falaz que pretende justificar la imposición de la vacuna. Imperdible, (desde el 6´37"):
