3/9/08

Las obras de la misericordia

Hablando de misericordia, recuerdo haber visitado hace algún tiempo a la mamá de uno de los hermanos en la congregación para llamarla al evangelio de Jesucristo y ayudarle con algunos problemas personales.
En medio de la conversación, le hablé de su esposo pues yo sabía que estaban distanciados. Pero antes de que pudiese continuar, ella me cortó y me dijo: "hermano, hábleme del Señor y del evangelio, pero no de mi esposo." Me fui enterando entonces del por qué (o más bien de los "por qués")tenía ella esa actitud. También me enteré de la orden que restringía el acercamiento de su esposo a la casa. Y pienso que probablemente en su lugar yo habría procedido de manera similar. No puedo dar detalles, obviamente.

Esta hermana comenzó a congregarse motivada y ayudada por su hijo. El Señor fue obrando en ella y un día nos dio una gran sorpresa. Decidió visitar a su esposo. y en medio de la conversación que hacía mucho no tenían, él le dijo: "yo te he hecho mucho daño, perdóname." Y ella respondió: "¿quién soy yo para juzgarte? por supuesto que te perdono. Si el Señor que sufrió tanto en la cruz por nosotros habiendo sido tan pecadores y habiendole ofendido tanto con nuestros pecados, nos ha perdonado, cómo no voy yo a perdonarte?" Y allí mismo le dio un abrazo, cariñoso, fraterno, efusivo. Dos de sus hijos estaban presentes. Se conmovieron. Uno de ellos les tomó una foto. Aquí está, para la gloria de Dios por lo que representa:

Quizá su hijo desea añadir o corregir algo, así que le invito a hacerlo. despues de todo, yo solo transcribo lo que de modo indirecto he podido captar.
Bendiciones a todos mis queridos hermanos.

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