4/3/11

Un atentado contra la libertad de expresion

Resultaba un tanto jocoso. Un miembro del movimiento homosexual de Lima afirmaba que el señor Phillip Butters debía recordar que habían límites para la libertad de expresión, y que por lo tanto no debería haber dicho lo que dijo de ellos. ¿Y los limites de la libertad de expresión no funcionan para ellos? Es inaudito. Esas personas, no solo en Lima sino en todo el mundo, desean que los demás les permitamos hacer su regalada gana. Pero ay de los que pretendan opinar un tantito en su contra... sin ser religiosos se rasgan las vestiduras y la emprenden contra aquellos.
Eso que dijo Phillip Butters no es para tanto, pero ellos hablan de denunciarle porque "puede promover violencia". Pero si lo que ellos hacen causa distorsión en la conducta de los menores, si cada vez más personas jóvenes son afectadas en su sensibilidad moral por ellos, eso por supuesto les importa un bledo. Lo que a nosotros preocupa es que tampoco parece importarle a los que influyen en la opinión pública. Y creo que allí está el verdadero límite, o mas bien el atentado, contra la libertad de expresión: El miedo.
Me ha resultado, por lo dicho, decepcionante la afirmación de la señora Rosa María Palacios, quien esperaba que Philip Butters se disculpe ... solo para evitar una demanda. No se si ella aprueba el homosexualismo, (está de moda el evitar ser calificado de "homófobo" porque ya es casi un pecado hablar contra la homosexualidad), pero no fue esa la razón que dio.
Así, esta sociedad podría ir de mal en pero solo a causa del miedo. Si nuestra ética depende de si corremos riesgos, entonces no hablemos de un Perú mejor. No critiquemos ni acusemos a nuestros políticos corruptos, porque ¿qué dignidad poseemos si nos doblegamos por miedo? ¿Callaremos ante el delito, lo refrendaremos o condonaremos solo porque corramos algún riesgo? Si el señor Butters se retracta por esta razón, lo entenderé. La presión social, (incluyendo a personas de su entorno que en lugar de animarle se doblegan), puede ser fuerte. Pero no apoyarle y al contrario de ello "sugerirle" que se disculpe, es en verdad indignante y penoso. Yo espero que no claudique. Las disculpas las deben los "cariñosos" que pretenden hacer lo que les plazca cuando quieran y donde quieran, malentendiendo lo que llaman libertad.
Oremos porque la verdadera libertad sea de todos los peruanos.
KoreShir

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