7/5/16

¿QUÉ DICE LA BIBLIA SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD?

La palabra “homosexual” en la Biblia es ἀρσενοκοίτης, (arsenokoites), que enfatiza el hecho de tener cópula entre dos personas del mismo sexo, en este caso, varones, puesto que ἀρσεν (arsen) significa “varón, macho”.
La narración de la destrucción de Sodoma y Gomorra es clara, (Génesis 19).  Al Señor le es abominable ese tipo de vida. Algunos “teólogos” toman algún texto de las Escrituras para decir que la indignación del Señor fue por su falta de hospitalidad y su ociosidad. Pero eso es solo un lado de la moneda. Lo uno no quita lo otro. Pero para tener claro el panorama veamos otras citas bíblicas:

En el Antiguo Testamento

“Si alguno se ayuntare con varón como con mujer, abominación hicieron; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su sangre.”, (Levítico 20:13).
Es clarísimo, ¿verdad? Se declara un pecado abominable y un pecado que se condena a muerte, como en el caso del adulterio, no a uno sino a los dos. Esto quiere decir que aquellos que creyéndose mejores que los afeminados se unen sexualmente con tales, son culpables del mismo pecado. Dios condena en este caso la práctica homosexual y no la actitud afeminada.  Así, tenemos tres aspectos de esta desaprobación:  

  • La homosexualidad es un pecado abominable ante los ojos de Dios.  
  • El homosexualidad es un pecado condenado con la pena capital por la ley de Dios.  
  • Son culpables de este pecado las dos personas involucradas voluntariamente en la relación. No importa en este caso si solo uno es el afeminado, los dos son culpables del mismo pecado.  
La palabra “sodomía” deriva precisamente de la práctica homosexual característica de Sodoma. También en este caso algunos han pretendido señalar que se refiere solo a la forma de la relación sexual y no a la igualdad del género. Así, pretenden que este pecado también puede estar implícito en las relaciones heterosexuales, y que por tanto lo censurable no está en una relación homosexual sino en una relación sodomita. Sin embargo, aunque debe considerarse también la forma de la relación, la condena explícita en la Biblia es a una relación sexual donde existe igualdad de los géneros (homosexualidad). Por esta razón es que Lot, para que el pecado no sea peor, decide entregar a sus hijas. Sabía la violencia que sufrirían, pero sería el mal menor ante la otra posibilidad. Y él no pensaba en formas, puesto que con la depravación extrema de tales personas no se podría esperar restricciones. Lo peor, en la mente de Lot, era que esos hombres violentasen sexualmente a otros varones, como lo relata Génesis 19. 
Veamos lo que el Señor manda respecto a los sodomitas:  
“No haya ramera de entre las hijas de Israel, ni haya sodomita de entre los hijos de Israel.”, (Deuteronomio 23:17). 
Este texto muestra un paralelismo entre las dos prácticas: prostitución y sodomía. Puede deducirse entonces que:  

  • El Señor prohibió que en su pueblo se permitan esas execrables prácticas.  
  • Un sodomita era considerado en la misma condición que una ramera. La diferencia es que en un caso se trata de una mujer, y en el otro de un varón.  
Luego, el siguiente que veremos dice: 
“Hubo también sodomitas en la tierra, e hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que Jehová había echado delante de los hijos de Israel.”, (1 Reyes 14:24).   
Este texto muestra claramente que:  

  • Se señala a los sodomitas como los practicantes de abominaciones.  
  • Se señala a los sodomitas como los causantes, entre otros, de maldición y ruina para las poblaciones de las que formaban parte.  
Pues si eran causa de maldición y desgracias, lo más lógico era expulsarlos. Y eso es lo que vemos:  
“Asa hizo lo recto ante los ojos de Jehová, como David su padre. Porque quitó del país a los sodomitas, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho.”, (1 Reyes 15:11-12). 
Y el hijo de Asa hizo lo mismo, completando la reforma de su padre:  
“Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa.”, (1 Reyes 22:46).   
 Creo por tanto que beneficiará a cualquier población o comunidad llevar a todo el que practique tales pecados al arrepentimiento. Sin embargo, la actitud anárquica y libertina, muy característica de los arrogantes, traerá otros resultados:  
“La apariencia de sus rostros testifica contra ellos; porque como Sodoma publican su pecado, no lo disimulan. ¡Ay del alma de ellos! porque amontonaron mal para sí.”, (Isaías 3:9)

En el Nuevo Testamento

Cuando el apóstol Pablo escribe a los hermanos de Roma, les dice que el pecado de homosexualidad y lesbianismo son a la vez consecuencias de idolatría y resistencia al testimonio de Dios:  
 “Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío”, (Romanos 1:18-27).  
Esto quiere decir que:  
  • El pecado de homosexualidad es condenado tanto en varones como en mujeres (lesbianismo). 
  • La homosexualidad es una consecuencia de resistirse al mensaje o testimonio de Dios. Cuando una persona se resiste a dar gloria al Señor, está dando cabida al libertinaje que le llevará fácilmente a esos fosos pues al no dejarse redimir, Dios deberá abandonarlo a las consecuencias de su pecado. 
  • El homosexual es absolutamente reprobado por la Biblia tanto en el antiguo como en el nuevo Testamento. 
Para reforzar esta última apreciación, añadiré algunos pasajes más del Nuevo Testamento:  
“Pero sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente; conociendo esto, que la ley no fue dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos y perjuros, y para cuanto se oponga a la sana doctrina, según el glorioso evangelio del Dios bendito, que a mí me ha sido encomendado”, (1 Timoteo. 1:10).     
También:  
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios”, (1 Corintios 6:9-10).
Notemos que se distinguen tres grupos muy semejantes: promiscuos, (fornicarios), afeminados y los que se echan con varones, (homosexuales). Creo que es un texto clarificador que señala como pecado no solo la practica homosexual sino también la actitud. La palabra griega para “afeminados” es usada también para referirse a ropa delicada en Mt 11:8 y Lc 7:25. Con esto podemos decir que:  

  • Es tenida como pecado y como obstáculo para heredar el reino de los cielos no solo la práctica sino también la actitud afeminada.  
Sin embargo, solo un versículo adelante muestra la gracia de Dios sobre todos los que tuvieron ese tipo de vida:  
“Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”, (1 Corintios 6:11).
Aquí notamos que:  

  • En la Iglesia del primer siglo también hubieron personas que habían tenido conducta afeminada y homosexual.  
  • Entonces y ahora el Señor los justificó, los lavó y santificó.  
  • Por tanto, este pecado tampoco es obstáculo para entrar al reino de Dios si nos arrepentimos y entramos en el pacto con Jesucristo. (Es lo que gracias a Dios podemos ver en Gay redimidos por ejemplo)  
Un texto que refuerza la homosexualidad y la fornicación como motivo de juicio en el caso de Sodoma es el siguiente:  
“Y a los ángeles que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada, los ha guardado bajo oscuridad, en prisiones eternas, para el juicio del gran día; como Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, las cuales de la misma manera que aquéllos, habiendo fornicado e ido en pos de vicios contra naturaleza, fueron puestas por ejemplo, sufriendo el castigo del fuego eterno”, (Judas 7). 
La explicación es que, así como los ángeles que al pecar actuaron en disconformidad con su naturaleza, (abandonaron su propia morada), también los de Sodoma y Gomorra. Esto es cierto. Por más cambios que un homosexual haga en su cuerpo, nunca podrá cambiar su género. Solo estará cambiando su apariencia. Sus cromosomas siempre serán los mismos.  
El punto que acabamos de tocar define el problema. La homosexualidad no es una conducta natural. No es acorde con la naturaleza. No con la creación de Dios. Y si como sabemos, el pecado afectó la naturaleza, es entonces resultado de esa influencia. La homosexualidad es intrínsecamente antinatural. En esencia y forma. 

Jesucristo y la homosexualidad

Quizá aluno piense que Jesús no se manifestó abiertamente respecto a la homosexualidad. Pues bien, quiero hacerle notar que Jesús afirmó su pleno respaldo al diseño del Creador cuando citó: "Varón y mujer los creó", para citar a continuación la inferencia concluyente: "Y serán una sola carne", con lo cual muestra que eso es lo natural: la unión de un varón con una mujer, diseñados precisamente para ser complementarios. Por lo cual, sentencia que nadie debería atreverse a separar lo que Dios unió de ese modo, (es decir, desde el diseño y propósito). Y si tocando este tema (adulterio - divorcio) Jesús es así de radical, piensa alguno que no lo sería con la homosexualidad?
Pues para que cualquier argumento que pretenda ser escritural sea desechado, diré algo más: El juicio sobre Sodoma y Gomorra fue comandado por Jesucristo. Sí. Por supuesto que no se le conocía con este nombre (Jesús) ya que este es luego de su encarnación, pero si reconocemos al Hijo de Dios en el Ángel de Jehová, entonces, ¿qué duda cabe que es el mismo que dirigió la destrucción de esas ciudades?. 
Muchas de las personas con conducta homosexual han llegado a ese punto por que los indujeron o porque sufrieron violencia. El resto lo hizo el condicionamiento social que curiosamente actúa tanto en sociedades machistas como en las que parecen no serlo. Esto sucede de dos maneras:  
o       En las sociedades machistas generalmente se asume que quien sufrió una violación sexual está condenado a ser homosexual. La ignorancia y la malicia dañan todavía más a la victima haciéndole resignarse a su “accidentada pero nueva” condición. Se siente culpable a la vez que abandonado. Por supuesto, no se siente amado. Nadie se interesa lo suficiente. Si es niño, está atemorizado. Luego, el sentimiento de culpa y su propia defensa lo van llevando a levantar la cabeza sin importarle lo que digan los demás.  
o       En las sociedades que parecen no ser machistas el asunto funciona diferente. La clave es: Absoluta permisión. Se relaciona el machismo con sociedades y mentes retrógradas. Luego se relaciona el rechazo al homosexualismo desde la misma perspectiva machista, y se culmina con la calificación de retrógrada y machista cualquier posición anti-homosexual.  
Cuando un homosexual dice que siempre lo fue, o que nació así, ignora que también hay una predisposición causada por una fuerza espiritual que aprovecha la resistencia que su familia tuvo contra la voluntad de Dios entregándose por ejemplo a la idolatría. Eso es lo que el apóstol Pablo afirma en el pasaje de Romanos que antes citamos, (Ro. 1:18-27). Necesita ser restaurado así como necesita arrepentimiento.
Precisamente ahora es conveniente definir la palabra arrepentimiento. Se trata de un “cambio de mente”. Lo que en este caso necesita esta persona es asumir su verdadera condición sexual. Es decir, aquello que su cuerpo le muestra. Su anatomía, su fisiología, sus cromosomas, le identifican en un género, (aun si  en algunos casos forme parte de aquellos que la Biblia llama eunucos). Luego, también deberá realizar una renuncia. La misma renuncia que un adúltero o mujeriego debe hacer, la misma que un adicto. Porque es verdad que aquello que "se siente" o "se desea" casi como una necesidad no es fácil de abandonar. Costará, pero es importante para la paz con Dios y la propia salvación. Muchos hemos renunciado a deseos, cosas o personas que no nos correspondía poseer o tener. De modo semejante debe procederse en este caso. 

Un llamado 

Según los hombres que defienden ese tipo de vida, quien lo asume está haciendo uso legítimo de su libertad. Según la Biblia es un pecado, una opresión que tiene consecuencias horrendas y fatales. Si lo que la Biblia dice es cierto, y eso creemos, tienen todo que perder los que llevan ese tipo de vida. Mas pueden volverse a Dios, a la fidelidad, a la lealtad al Señor, porque Jesucristo ha dicho:  

“… al que a mí viene, yo no le echo fuera…”, (Juan 6:37).

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¿Qué dice la ciencia? Que no es una enfermedad  

Conforme a lo que antes dijimos respecto a la forma como las sociedades tocaban el tema, un tiempo se consideró el homosexualismo como una enfermedad. El neuropsicólogo alemán Richard von Krafft-Ebing la consideró una "degeneración neuropática hereditaria" que supuestamente se agravaba por una excesiva masturbación. El psiquiatra austriaco Sigmund Freud postuló la existencia de una “predisposición constitutiva”, aunque también destacó el efecto determinante de experiencias durante la infancia (como, por ejemplo, la falta de un progenitor del mismo sexo con el cual poder identificarse, aunque muchos sin embargo han vivido cosas semejantes y, ¡no terminaron homosexuales!) y la frecuencia de experiencias homosexuales masculinas durante la adolescencia, (yo creo que este hecho es el que influye con mayor fuerza).  
A mediados del siglo XX en una investigación efectuada con gemelos idénticos, Kallman demostró que en el 100% de los casos cuando un gemelo era homosexual el otro también lo era. Numerosos estudios replicando la metodología de Kallman, se han efectuado desde entonces y nunca se han encontrado cifras como las de él; ahora sabemos que hace unos cuantos años aceptó públicamente que había alterado sus datos.   
Mucho tiempo se dijo que lo que les faltaba a los homosexuales varones era testosterona, motivo por el cual algunos investigadores inyectaron la sustancia a homosexuales masculinos; tiempo después notaron que a algunos les aumentó el deseo, es decir, querían tener más relaciones sexuales, pero con hombres. La testosterona determina el deseo sexual, tanto en hombres como en mujeres, pero no su dirección.  
En 1994 la noticia de que se había encontrado el gen de la homosexualidad (Xq28) sacudió al mundo científico, pero sólo por un pequeño tiempo. La realidad es que la muestra para dicha investigación fue muy pequeña y la forma en que se seleccionó a los participantes a todas luces fue sesgada.  
Alfred Charles Kinsey, rebatió la hipótesis de la enfermedad. Pruebas psicológicas realizadas a homosexuales y a heterosexuales mostraron que entre ellos no había aspectos patológicos diferenciadores. Otras teorías afirman que es más probable que los factores determinantes sean las experiencias vividas durante la infancia. En 1973, la Asociación Psiquiátrica de Estados Unidos eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales y, en 1980, del DSM, Manual de Clasificación de las Enfermedades Mentales de la OMS.  

Un asunto “cultural” y de libre albedrío

Hoy algunos dicen que la identidad y el papel que desempeña el género son generalmente fenómenos aprendidos y no constituidos genéticamente ni constitutivamente determinados. Estudios endocrinológicos y cromosómicos en homosexuales revelan que no existe más número de variaciones que la media o promedio normal. Las características sexuales anatómicas masculinas o femeninas se establecen en el momento de la concepción, pero factores “del entorno” influyen en la posterior aceptación individual del género. Este comportamiento es aprendido. Los que realizaron tales estudios decidieron probar si las hipótesis psicoanalistas en torno al origen de la homosexualidad eran ciertas y su conclusión fue que ninguna de ellas es verdadera. A partir de ese momento se adoptó el término de “preferencia sexual”. Así, implica voluntad y elección.  
La más contemporánea actitud ante la homosexualidad es verla como un "ejercicio de la libertad" humana, rechazando que haya algún tipo de condicionamiento. Como diría Jesús nuestro Señor: Puesto que dices que no eres ciego, sino que ves, eres culpable.  
Al fin y al cabo es lo que uno decide. Así que no hay nada nuevo bajo el sol. Ya no se trata de comprender, perdonar, sanar o condonar la homosexualidad sino de defenderla como una decisión libre. Es lo que al comienzo señalamos. La misma actitud de los vecinos de Lot: "¿Tú nos vas a enseñar moral?"  

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