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24/2/20

El código Da Vinci y los gnósticos “evangelios” de Nag Hammadi (1)

Por el 367 d.C., unos monjes locales copiaron aproximadamente unos 45 escritos religiosos diversos (incluso los evangelios de Tomás, Felipe y Valentín, considerados apócrifos por la iglesia cristiana), en una docena de códices encuadernados en cuero. Esta biblioteca fue cuidadosamente sellada en una urna y escondida cerca, entre las rocas, donde permaneció sin descubrirse durante casi 1600 años. En diciembre de 1945, unos campesinos egipcios hallaron accidentalmente el conjunto de 12 códices de papiro en lengua copta sahídica, no lejos de la aldea de Nag Hammadi, en el Alto Egipto. 
Según la novela de Brown, "El Código Da Vinci", esos textos de Nag Hammadi representan "los registros cristianos más antiguos". Pero eso es totalmente falso. Los documentos de Nag Hammadi no son "los registros cristianos más antiguos", ya que cada uno de los libros del Nuevo Testamento es anterior a ellos. Los documentos del Nuevo Testamento, incluyendo los cuatro Evangelios, fueron escritos todos en el primer siglo d.C. En contraste con estos documentos, las fechas de los textos de Nag Hammadi van del segundo al tercer siglo d.C. 
Así es. Los textos de Nag Hammadi son posteriores al Nuevo Testamento y además tienen una teología completamente diferente. No provienen de fuente cristiana. Aunque Brown dice en su novela El Código da Vinci, que esos son los "evangelios inalterados", y que, “cuentan la verdadera historia acerca de Jesús y el cristianismo primitivo” no son nada más que documentos gnósticos. Y cuando se dice que son gnósticos, se está diciendo que más bien fueron escritos por enemigos del cristianismo.
El fundamento clave del gnosticismo es que la salvación se obtiene a través de un conocimiento secreto dado a los iluminados. Por ello, los evangelios gnósticos no dan ninguna importancia a la muerte y a la resurrección de Jesús. Ellos separan al Jesús humano del Cristo Divino, y los consideran como dos seres distintos. Así, fue simplemente el Jesús humano el que sufrió y murió, o tal vez Simón de Cirene… en realidad, no les importa mucho el asunto, porque según su forma de ver, la muerte de Jesús era irrelevante para obtener salvación. Lo importante para ellos era el “conocimiento secreto” que trajo el Cristo divino. Aquí, haciendo un paréntesis, debemos subrayar que, mientras la novela de Brown insiste en un Jesús solo humano, los libros en los que se fundamenta más bien presentan a un Jesús solo divino. Irónico pero así es.
Debo añadir lo siguiente, (aunque corresponde más a la subsiguiente sección): Como para que se considere veraz, “el Código da Vinci” menciona a los rollos del Mar Muerto, los hallados en Qumran, junto a los escritos de Nag Hammadi, como si demostrasen la adulteración de las Sagradas Escrituras (la Biblia). Pero estos rollos de Qumran solo contienen literatura relacionada a la secta judía de los esenios incluyendo algunos libros del Antiguo Testamento, pero… ¡ningún evangelio gnóstico! Así que para nada sustentan lo dicho por Brown en boca de sus personajes. (Tampoco fueron encontrados en el 1950 sino en el 1947).
También es verdad que, mientras los libros de Qumran respaldan la Escrituras del canon bíblico, los manuscritos de Nag Hammadi no tienen ningún tipo de conexión ni con los libros ni con la teología del AT. Además, los libros de Nag Hammadi, estaban escritos en copto sahídico, (de traducciones del griego), y no en arameo como se afirma en la novela.