20/8/11

Trabajo y placer

Ayer me emocioné casi hasta las lágrimas. Tuve una repentina visión mientras recorría calles del cono sur de Lima. Fueron solo unos minutos y no fue una visión espiritual. Lo que vi es a varias personas trabajando, en diferentes lugares y oficios. Pero casi todas esas personas que vi tenían algo en común: trabajaban... y lo hacían con alegría! Puede que consideren esto cursi o extraño, pero me alegró tanto...
A mí también me dio que pensar. ¿Por qué me alegraba tanto? ¿No sería porque había visto tanta amargura en las personas sin trabajo? ¿No sería porque he visto mucha gente trabajando con amargura y enojo, sin tener placer en lo que hacían?
El pecado dejó su secuela de insatisfacción en las labores. Sudor y lágrimas. Pero en Jesucristo el trabajo también es redimido. Y cuando veo la redención efectiva en la vida de la gente, me emociona en verdad. Lo vi desde el auto en que me trasladaba, pero me fue como una hermosa visión celestial... Gracias Señor.

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