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10/5/16

EL PRIMER PASO CONTRA LA CORRUPCIÓN

Los principios que enseñó nuestro Señor Jesucristo son excelentes para forjar una sociedad verdaderamente nueva y justa, limpia y libre. Por ejemplo, tocando el tan contemporáneo tema de la corrupción, podemos considerar dos muy importantes.
Primero, deslindar de la corrupción. Pero, ¿cómo se hace eso? 
Él nos enseña: ¿Por qué miras la paja en el ojo ajeno? O también: Con la medida que midas serás medido... (Mateo 7:1-6).

COMIENZA CONTIGO

Es decir, la corrupción no se quita acusándonos y juzgándonos unos a otros. Eso no sólo es lo más fácil, sino que no produce un verdadero cambio. Lo más que hacemos en esos casos es procurar no ser descubiertos, aparentar lo más que podemos y sentirnos así seguros para seguir acusando a los demás. Mientras tanto, las denuncias, las quejas y las insatisfacciones por causa nuestra, continuarán en los corazones y en los grupos de los que sufren alguna injusticia por nuestra propia corrupción. Todos nos quejamos de los lideres corruptos, pero casi todos somos corruptos. La sociedad está corrupta. Y no, no es que siendo así debamos conformarnos. Pero pienso que necesitamos un mínimo de honestidad para reconocerlo y comenzar el cambio en nosotros mismos. Luego de esto tendremos la autoridad moral para exigirlo en los otros. 
Hay adulterio, promiscuidad, abortos, injusticias en muchas familias, y a veces los que cometen esos crímenes, incluso los peores, son los más exigentes con sus gobernantes o con sus jefes. ¿Y la "criollada" y la maliciosa astucia de la cultura peruana? Pienso que es una de las escorias que entre otras, ha hecho perder mucho a un gran país. Y debemos cambiar eso. 
Es mentira que le vaya mejor a los villanos. El crimen no paga y la paga del pecado es muerte. Mejor es sembrar en justicia y cosechar paz. 
No, la corrupción no comienza en los gobiernos. Comienza en la casa. En aquel lugarcito que pocos valoran hoy... Necesitamos ser honestos tú y yo. Allí comienza la cosa. Luego exige lo que quieras. 

ASÍ TAMBIÉN CON NUESTRA HISTORIA Y NUESTRA CULTURA 

Esta exigencia debe aplicarse también a la propia cultura, y por ende, a la propia historia. No podemos estar de acuerdo con la cultura en la que vivimos. No con toda. No siempre. Menos aún cuando esta pertenece a un pasado lejano que pretende "actualizarse" y hasta exportarse. Por ejemplo, cuando me hablan de las bondades del imperio inca, (o cuando a nuestros hijos se les enseña al respecto con la misma perspectiva), donde todo era perfecto y justo... (¡?!), yo recuerdo los libros que me mostraban con honestidad las barbaridades de entonces.* 
Notemos que fácilmente se imponen formas religiosas con el no tan disfrazado rostro cultural. Si presentas un evento cristiano, puede ser tildado de religioso y por lo tanto, desestimado o marginado. Si presentas una religión o matices religiosos de los budistas o los incas o los mayas... es cultura. 
La nueva "ilustración" pretende que el cristianismo está desfasado mientras toda la "cultura", que no es más que puro paganismo, procura tomar los lugares en los corazones y las mentes, comenzando por las costumbres y tradiciones, para imponerlo como cosa neutra a nivel ético, como si fuera la verdad. Pero, ¿no es el cristianismo lo mejor que la historia nos muestra? ¿No es el mejor regalo del cielo? Por eso precisamente nuestro país y nuestro himno están consagrados al Dios de Jacob. 
Si los nacionalismos son retrógrados es porque no buscan perfeccionar, no cuestionan su propio sistema. Asumen que todo está ok y que se deben fortalecer las formas culturales, y sociopolÍticas que la expresen. Y es que la cultura y las tradiciones no se pueden mantener solo por ser tales. Necesitan ser evaluadas. Necesitan ser probadas y purificadas. Quizá alguno me diga que eso sería algo muy relativo pues dependería de la óptica cultural de los evaluadores, pero hay un sentido ético, un sentido de equidad y justicia, de veracidad, con el que debemos observar nuestras culturas. A partir de ello, creo que haremos algo mejor. 

LA HONESTIDAD EN LOS ESTÁNDARES DE AUTORIDAD 

En segundo lugar, en el mismo pasaje citado, el Señor nos enseña a no dar lo santo, las perlas, a los perros o los cerdos. Y aquí, por el contexto, debemos entender que los estándares para puestos de autoridad, es decir, para aquellos que tengan la capacidad para juzgar y sentenciar, deben ser altos. Pero altos considerando precisamente una vida que tenga autoridad moral, y no sólo conocimiento o experiencia de la función que ejercería. La advertencia del Señor es: "no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen". ¿Y no es esto lo que muchas veces sucede con el poder judicial?
Un pueblo noble tendrá también criterios y estándares mejores para elegir a sus gobernantes. Pero no solo eso. Es más probable hallar en medio de una comunidad así, personas más idóneas para los lugares de autoridad. 
Los magistrados deben ser los más ejercitados en autoevaluarse, los más ejercitados en honestidad. Quizá son solamente capacitados para juzgar... a los demás. Y allí tenemos un problema. Pero antes que en ellos, esto es imprescindible en los pastores de la Iglesia.** Porque cuando nuestra dignidad y nuestra justicia consiste sólo en mantener las apariencias, en el hábito y las actividades religiosas, entonces algo muy importante se ha perdido. 
La auto evaluación inicia con el deseo de agradar a Dios. Así que la fe es esencial en este proceso. El que cree, el que confía en el Creador del universo, no se cansará de hacer lo bueno. El piadoso hará mejor uso de la autoridad porque desechará la corrupción. Y aunque es cierto que algunos han visto en lo religioso una debilidad, la verdad es que alguien con convicción es invencible. Y si además de esto no teme a la muerte, y pelea por amor, ¡la victoria es suya!  Porque, ¿cuál es el alcance de una educación en valores cuando está desarraigada de la fe? Puesta a prueba en la vida real, sólo se convierte en bienintencionadas actitudes que no pueden permanecer en pie ante las amenazas y la violencia. Esta es la sociedad invencible, la que prevalece y vence a la corrupción de este mundo, incluyendo a los dictadores. Y estos son los que al final, en el más justo gobierno al final de los tiempos, gobernarán. 
La victoria es nuestra. Y no importa cuán fuerte pueda parecer lo opuesto, nadie como Dios a nuestro favor. 

*A propósito, hace poco nuevos descubrimientos develan la forma de vida y las creencias de un pueblo que, como cualquier otro, debe perfeccionarse, debe cristianizarse, me refiero al de los sacrificios de niños, que usted puede ver en un articulo de la BBC: http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/science/newsid_7023000/7023794.stm). Así que el consejo a aplicarse en este caso es: Examinadlo todo; retened lo bueno, (1Tes. 5:16)
** Algunos teólogos resaltaron la opción "profética" de enrostrarle sus pecados  a los demás, (especialmente a los gobernantes). Pero pienso que olvidaron iniciar por su propia vida y su propia casa. Se han olvidado por ejemplo, que ellos colaboraron con la violencia y la muerte, cuando animaron a los jóvenes a tomar el mismo camino, pero con armas, en una pretendida acción "por los pobres". 

2/3/16

El suicidio heroico

Leyendo respecto al suicidio de un hijo del Pastor Rick Warren, pude notar que entre los comentarios se daban condenas sin la menor consideración y tratando las Escrituras con ligereza. Eso me ha motivado a escribir tocando este tema. 
No se quién inventó eso de que los suicidas se van al infierno o algún lugar donde no está el resto de los fallecidos. Pues bien, debo decirles que eso depende. 
Es verdad que el suicidio puede ser un acto ilícito cundo se constituye en un acto contrario al amor por sí mismo, por el prójimo, (porque ofende a la sociedad a la cual pertenece, familia, pareja, etc.), y por Dios, (porque la vida es un don dado por Dios y sujeto a su potestad). Pero también es cierto que:

  • No toda persona que se suicida esta en completo uso de sus facultades.
  • El suicidio por si mismo no es siempre causa de condena, (no todos lo hacen por cobardía o desprecio de la vida, o de Dios).

Lo importante es como se va el suicida y no el solo hecho del suicidio. Su caso es parecido al de otra persona que muere sin paz con Dios aún sin suicidarse. Me explico:
Además de las personas que se suicidan porque no estuvieron en sus cabales, (cosa que considero no podemos juzgar livianamente), muchas personas apelaron al suicidio en casos de guerra o para evitar ultrajes y humillaciones, o inclusive para defender la vida de otros. Entre estas personas están mártires cristianos y también héroes nacionales de casi todos los países, (en el Perú tenemos por ejemplo a Alfonso Ugarte). 
En la Iglesia, podemos recordar que la historia nos habla de cristianas que escaparon a los ultrajes suicidándose. ¿Las juzgaremos y condenaremos por eso? Y si los mártires cristianos se van al infierno, ¿qué esperanza tendremos los demás? Pero, si lo mismo pasa con los héroes nacionales, ¿por qué las iglesias los ensalzan? 
No pensemos que solo Judas se suicidó. Si consultamos con las Escrituras, veremos  por ejemplo que en el caso de Saúl, luego que se suicidó para que los enemigos filisteos no se burlen de él, (I Samuel 3I:3-5), David le recuerda elogiándolo como un gran guerrero y bendiciendo su memoria (2 Samuel I:I7-27). No vemos lo mismo respecto a Judas, de quien bien claro habló el Señor y también los discípulos respecto a su condenación por su traición. No pongamos entonces, como razón de su condena, el suicidio. Judas se condena por su traición antes que por su suicidio, así como cualquier persona al morir tiene su destino dependiendo si esta en comunión con Jesucristo o no.
El caso de Saúl, es el que nos acerca a los suicidios heroicos en la Biblia. Pero si la persona de Saúl no resulta muy convincente por sus anteriores y graves pecados, recordemos por ejemplo a Sansón. Él decidió morir suicidándose para terminar también con la vida de los filisteos, (Jueces 16:30). ¿Y no está cerca de esto el caso de Jonás, quien dice a los marineros que lo echen al mar?
No podemos condenar a una persona sólo considerando el suicidio, si ese fuera el caso. Los por qués y para qués deben considerarse. Las motivaciones y los propósitos. 
Con esta reflexión, espero que aquellos que tuvieron amigos o familiares que se suicidaron tengan paz. No te aflijas más por esto. Dios te bendiga.